YA
NO SIENTO LA LLUVIA
como
cuando bajaba,
torrencial
y sonora,
desde
los canalones
de
un patio de convento.
Su
mansedumbre ahora
es
recuerdo caído
sobre
las losas, entre
macetas
de centáureas,
bajo
mi sentimiento.
(de DOMUS AUREA, 1999)
No hay comentarios:
Publicar un comentario