XVIII
Quizá porque tu luz estaba
escrita
en los atardeceres más remotos,
tenía que llegar aquel invierno
con sus notas de lluvia, con
escenas
de antiguo decorado por las
calles.
Tal vez porque te sigues
preguntando
cómo fuiste tan lejos, sin un
poco
de pan en la memoria, sin
vestidos
que cubriesen tu débil
experiencia,
de nada sirve ahora responderse
al cabo de un silencio
irreparable.
Quizá porque tu luz atardecía
en los ojos infieles de aquel
hombre,
es inútil llegar a algún acuerdo
entre tanto motivo secundario
y lo que tú pensabas del amor.
(de OBOE D'AMORE, 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario