miércoles, 30 de noviembre de 2016






                                              PLACENTINES

Qué dulce andar el mío
sobre paños de juncia
tendidos a las claras. 

Entonces fue el hallazgo
de infancia revestida,
un cenit de racimos
y espigas ya gloriosos,
como soles ungiendo
su textura
de alas. 

Qué pronto amanecía
sobre los cantorales. 

El orfebre del tiempo
cincelaba mi asombro
hasta alzarlo del mundo. 

Pura niñez de plata.


                                                       (de LIENZOS DE CAL, 2008)

2 comentarios:

  1. Pura niñez de plata. ¿No es esa tu poesía?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Paco, gracia por tu delicadeza. Ay, esa niñez... Menos mal que al menos la poesía es su refugio. Abrazos.

      Eliminar